Cada día se envían millones de mensajes electrónicos por todo el mundo. Al usar este servicio se corre el riesgo de ofender a la gente, sobre todo en el trabajo. He aquí algunas reglas para evitarlo:
- Sea breve. Los mensajes que ocupan más de una pantalla son engorrosos. Expláyese sólo con sus amigos.
- Cuide el estilo. Revise la ortografía antes de enviar el mail. Escribir todo en mayúsculas equivale a gritar; usar sólo minúsculas dificulta la lectura.
- Responda pronto. En el trabajo, hágalo el mismo día. Si va a ausentarse más de un día, programe un mensaje que indique cuándo contestará.
- No retransmita chistes ni peticiones. A casi nadie le agradan. No los envíe a menos que sean útiles.
- Identifíquese. En los mensajes de negocios, incluya su nombre, teléfono y todos los datos pertinentes sobre su empresa.
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