Llevo casado más años de los que tú llevas vivo, y uno de los mejores momentos de mi día es cuando conduzco a casa, solo con mis pensamientos y reflexiones. El resto del tiempo lo paso trabajando en este bar, visitando a mis amigos o feliz en compañía de mi esposa. El punto es que terminas cediendo un poco de tu tiempo libre para dedicarlo a las cosas que te interesan. Intenta apreciar el hecho de que ella quiera pasar tiempo a tu lado. Claro que mereces tu libertad, pero busca un punto medio entre esta, la compañía de tu pareja y tu trabajo. Pídele flexibilidad en los planes, pero acepta tener dos o tres citas por semana con ella. No eres el primer tipo que reclama un poco de tiempo libre a su mujer. El truco está en hacerlo sin arruinar la relación que ya tienen.
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