El cerebro suele jugarnos sucio. Con seguridad has alimentado con fantasías la imagen de esa mujer y ya creaste todo un halo sexual en torno a ella. Estás potenciándola y se vuelve tan incontrolable que, en efecto, crees volverte loco. Concéntrate en ver su lado humano, quítale ese poder. Por otro lado, si sientes que tienen química y hay juegos de tensión sexual, evítalos. Mientras más eches a andar la mente, más complejo será sacarla de ahí. Distráete, enfócate en encontrar nuevas perspectivas y cualidades en tu pareja. Siempre las hay y suelen sorprendernos, sólo que tendemos a menospreciarlas por la costumbre.
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